PROCESIÓN DEL MILAGRO
El 15 de Septiembre es cuando los peregrinos renuevan su pacto de fidelidad a los patrones de Salta. Esta procesión es acompañada por miles de peregrinos que llegan del interior de la provincia como del resto del país y países cercanos.
La procesión culmina con el pacto de fidelidad que se realiza en el predio del Monumento 20 de Febrero, de allí las imágenes emprenden el regreso a la Catedral de Salta y los fieles los despiden con miles de pañuelos blancos y petalos de flores hasta el año próximo.
El obispo de Tucumán Fray Francisco de Victoria dono al pueblo de Salta en 1592 la imagen de un Cristo crucificado.
La imagen llegó flotando al puerto del Perú de alli su destino final fue la Iglesia de Salta. Pasaron 100 años y en 1692 luego de los terremotos, los Salteños realizaron un pacto de fidelidad con el Sr. y La Virgen del Milagro, prometiendo todos los años en Septiembre realizar la procesión en su honor.
Junto con la imagen del Cristo llego también la imagen de la Virgen del Rosario destinada en un primer momento al convento de Santo Domingo en Córdoba. Aquel 13 de setiembre de 1692, después de los fuertes temblores, se encontró la imagen en el suelo sin que hubiera sufrido daño su rostro ni manos. Al día siguiente, se la colocó en el exterior de la iglesia donde continuaron los cambios de colores del rostro y fue entonces cuando muchos fieles comenzaron a llamarla "del Milagro".
Peregrinos de las localidades más remotas del interior llegan a la ciudad para renovar su pacto de fidelidad con sus patronos. Vienen de San Antonio de los Cobres, Cachi, Cafayate, Iruya y demás localidades de la provincia.
Recorren caminos polvorientos a pie bajo el sol y el frió de la noche. A lo largo del trayecto la gente los espera para alentarlos y asistirlos con agua, café calentito y comida.